15 de Agosto de 1981

20 tenía yo y mi camiseta de piqué puesta.
Creo que la tristeza hizo que perdiera muchos detalles de un día que quise que no existiera.
Solo la cara de mi viejo me descomponía, como aquel viejito de 100 años que sentado en el tablón solo repetía que aquel era el día más triste de toda su vida.
Recuerdo caminar, caminar y caminar. No contestábamos ni las cargadas.

El tiempo nos dió la revancha y esta epopeya es nuestro orgullo.
Como aquel viejito de 101 años al que volví a encontrar sentado en un escalón de cemento que solo atinaba a decir; Vamos Ciclón Carajo!